Mònika Jiménez Morales es Doctora en
Comunicación Audiovisual y profesora en la Universidad Pompeu
Fabra de Barcelona. En su actividad investigadora encontramos como interés
principal los efectos del mensaje mediático en los trastornos del comportamiento alimentario, lo que la ha llevado a participar, junto a otras
dos autoras españolas, a la creación del libro “Medios de comunicación y culto
al cuerpo”.
Tuve
el placer de conocer a Mònika durante mis estudios de Publicidad y Relaciones
Públicas en la universidad catalana donde trabaja actualmente.
Por
aquel entonces ya vislumbré medianamente que el efecto de la publicidad no era
siempre alegre o positivo.
Hace
apenas un mes Mònika anunció en las redes sociales que había sido publicado el
libro que ha redactado junto a María Victoria Carrillo Durán y María F. Sánchez
Hernández, y tuvo la amabilidad de mandarme una copia.
Es
un honor tener este ejemplar entre las manos, ya que los medios de comunicación
suponen un mundo desconocido y apasionante para mí.
La
lectura se me ha hecho corta. El libro es una interesante investigación
científica realizada por las autoras del libro, en conjunto con varias
universidades de la península ibérica y otras extranjeras de Alemania, Noruega,
Portugal y Estados Unidos de América, con la cual demuestran los efectos
nocivos de alguna publicidad y los medios de comunicación para la conducta
alimenticia de los adolescentes.
Me
chocó el darme cuenta que nuestra sociedad es demasiado ego centrista y que no
estamos tan psicológicamente avanzados respecto de nuestros antepasados como a
veces creemos. Mientras ahora lo más importante es perder peso o utilizar los
productos de belleza que más resalten aquello positivo de nuestro cuerpo (tanto
para hombres como para mujeres), durante el siglo pasado quizás lo era hacer
algo por lo cual pudiésemos ser reconocidos intelectual o físicamente o bien para
ayudar al prójimo.
¿Qué
nos ha pasado desde entonces? “Medios de comunicación y culto al cuerpo” me
explica que los medios de comunicación nos venden una belleza perfecta, irreal,
y que para alcanzarla debemos someternos a estrictas dietas, duros ejercicios u
operaciones de cirugía estética. Eso si, con el menor esfuerzo posible.
No
es sorprendente entonces la aparición de trastornos alimenticios entre los más
jóvenes y, sobre todo, entre las mujeres que son el foco principal de muchas
campañas publicitarias donde lo que se vende es una figura extremadamente
estilizada y unas proporciones lejos de ser reales.
También
se nos presenta en el libro a la mujer
como objeto de adoración sexual en las redes sociales. Experimento que realicé
yo misma en el blog cuando publiqué una fotografía de una chica semi desnuda de
espaldas, realizada por la artista, Elisa Carnicer, y tuve más visitas que nunca antes.
Me
entristece leer sobre las páginas web dedicadas a la proanorexia, donde las
mismas enfermas mentales se dan consejos entre ellas para seguir sufriendo esta
enfermedad. Sin embargo, es altamente loable la iniciativa de estas tres
autoras por crear un bonito libro de investigación y conciencia social sobre un
problema que no parece perecer en nuestra sociedad.
Seguramente
nos daremos cuenta tras leer “Medios de comunicación y culto al cuerpo” que la
publicidad puede hacer cambiar la percepción de toda una sociedad y, como
posibles prescriptotes, los medios deberían abogar por el bien psicológico y
físico de todas las personas que ella la conforman.
Dicho
esto me falta felicitar a ciertas marcas que sí hablan de la felicidad con
nuestro propio cuerpo, real lo llaman algunas, y potenciar solamente la
autenticidad de cada persona por nuestras ideas y nuestros actos y no por si
estamos delgados, tenemos celulitis o arrugas en la cara.
Gracias
Mònika Jiménez por la interesante lectura y reflexión. Quedo a la espera de un futuro libro.

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